Cómo guardar silencio este día en que nuestro pueblo recuerda, visita y suplica. Cómo no ver los colores arremolinarse entre las tumbas y fundirse en un ir y venir de cantos silenciosos, de memorias dolorosas, de sonrisas compartidas. Cómo no entender la súplica de este pueblo sufrido que aún hoy sigue su peregrinación. Cómo no consternarse ante tantas flores prendidas a la par de miles de nombres que se quedaron sin explicación y que tienen su lugar en todo nuestro territorio nacional y más allá. Nombres que buscamos, que significan, nombres que atesoramos en lo más profundo de nuestro corazón. 
Pero cómo, yo me pregunto cómo toda esta vida y toda esta muerte aún no encuentra respuestas, aún no encuentra el sentido, aún sigue aumentando en desorbita, mientras los pasos de nuestra gente se hacen más pesados… Y aún así caminamos, aún así sonreímos, aún así. Pero necesitamos encontrar respuestas!
Fotografías (Diario1, EFE)