Presentación

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Cómo comenzar?…  éste proyecto, mi proyecto, es un proyecto de sueños que ronda mi cabeza y mi corazón desde hace mucho tiempo, tantísimo tiempo que me acostumbre a verlo así como un sueño, como aquello que nunca llega, algo así como el “amor romántico” ese que nos cuentan en las historias de princesas y principes encantadores, en las películas y en los libros dirigidos a todas las edades, a aquel idilio que en la vida real nunca o casi nunca llega a realizarse, porque casi nadie somos princesas (y ni queremos serlo) y mucho menos hay príncipes encantadores. Pero claro, esto es absolutamente diferente y por eso para mi… vuala, el dia de hacer realidad mi sueño llego y no por el amor romántico, que va; sino como resultado de muchas noches de insomnio, crisis existenciales con dolores de cabeza, gripes, enojos, llantos, sonrisas y carcajadas… y aquella vocecita interior que me gritaba  atrevete,  ATREVETE!

Soy una mujer inmigrante. Renuncie a mi trabajo de nanny para emprender esta aventura y hoy con todo el tiempo del mundo, de repente este sueño es algo tan grande que estoy aquí sin ninguna directriz más que con mis ganas de seguir este sentimiento, ummm… tengo que organizarme, enfocarme, y atreverme, eso es lo que más me va a costar porque muchas veces he tenido miedo a no hacer bien las cosas, a que no pueda cumplir ni siquiera mis propias expectativas que son muchas. Ese miedo milenario que nos inmuta y nos ata de manos y pies, del corazón y la mente, el miedo que nos atrapa; porque ser mujer (nos dijeron) es sinónimo de debilidad… no pueden dicen “Las mujeres deben ganar menos porque son más débiles, más pequeñas, menos inteligentes” fueron las palabras del Eurodiputado Polaco Janusz Korwin-Mikke que le merecieron varias sanciones por parte del Presidente del Parlamento Europeo Antonio Tajani. Pero en El Salvador (mi país) el 85% de hogares monoparentales son jefeados por mujeres y a partir de una lucha sin tregua se ha logrado accesar al 20% de mujeres en puestos de poder dentro de los gobiernos municipales y son mujeres las dueñas del 30% de la micro y pequeña empresa, porcentajes muy por debajo del ideal; aun así las mujeres han construido un movimiento feminista activo, informadas, transgrediendo el poder establecido por el sistema patriarcal dentro del cual se controla, se violenta y se mata a las mujeres y continuamos en la lucha. Aunque a veces y sobre todo en situaciones en que la vida me pone a prueba tengo miedo, al mismo tiempo y en una lucha interna por cambiar esos siglos de patriarcado me enfrento a mis demonios, a esa parte que me reprime y que prohíbe mis sueños y con mucha más fuerza creo en mí, porque soy mujer rebelde, feminista y soñadora, porque se cansa una de ser, sin ser.

Hoy me he atrevido a vivir esta aventura maravillosa, porque no voy a quedarme con aquello de que “y si hubiera”; y como dije a mi esposo (que dicho sea de paso me apoya en este hermoso viaje), “Esto tiene que salir bien porque es una cuestión de sobrevivencia” , claro, porque cuando renuncie a mi trabajo de nanny también renuncie al ingreso económico que eso representaba y hoy en día eso no es nada fácil, pues en la cotidianidad ya se van viendo las cosas color de hormiga; pue’sí, es como quedarse sin trabajo teniendo que hacer un montón de trabajo!!!!!! pero más que todo es cuestión de sobrevivencia del espíritu, de esa energía motivadora que llevamos dentro y que no cesa de removerse hasta que la liberamos y tomamos decisiones “extremas” que cambien y cuestionen nuestra cómoda incomodidad en la que creemos o fingimos ser felices, amarrando nuestros sueños. Decisiones extremas como cuando decidimos romper con los patrones de violencia doméstica que nos laceran, nos lastima hasta el tuétano y nos invisibiliza, que nos asesina; como cuando decidimos dar el portazo y dejar atrás esa parte de la vida que no nos sirve. Decisiones que transgredan lo establecido, lo “políticamente correcto”, el rol pasivo que nos han impuesto y nos siguen imponiendo solo porque somos mujeres. Mujeres que transitan por la vida con paso firme eso somos, confirmando precisamente nuestro potencial y nuestro brillo y no porque somos hijas, hermanas, madres, esposas, abuelas… sino porque somos seres humanas que por naturaleza somos fuertes, apasionadas, explosivas, alegres, inmensamente inteligentes, cariñosas, decididas, valientes, soñadoras, políticas, arriesgadas, artistas, frágiles y poderosas, hermosas, escandalosas, calladas, deportistas, atrevidas, solidarias y sororarias, luchadoras de la vida y por la vida que nosotras mismas decidamos vivir desde nuestra propia individualidad, de esa lucha que libramos cada día por nosotras y  por las otras.